Esta historia de éxito comenzó como muchas otras, a raíz de una incomodidad o problemática que una persona decidió crear algo innovador para darle solución.
Frank X. McNamara, director de Hamilton Credit Corporation se encontraba una noche en el lujoso restaurante Major´s Cabin Grill en Nueva York cenando con sus abogados y cuando quiso pagar la cuenta, se dio cuenta que había olvidado su dinero en casa y para evitar vergüenza, le marcó por teléfono a su esposa para que se la llevara.
Este pequeño suceso le dio una idea que pocos años después transformaría la economía no nadamas en su país si no a nivel mundial, pues en 1950 creó la primera tarjeta de crédito que permitiera el pago sin necesidad de cargar con efectivo y además que fuera aceptada en demás establecimientos. Fue así como surgió la primera tarjeta de crédito, Diner’s Club. Al principio solo era aceptada en 14 restaurantes de Nueva York, pero con su uso efectivo y promoción, años más tarde, se sumaron más de 20 mil personas que ya usaban esta tarjeta en diferentes negocios y el número solo crecía.
Influenciados por esta novedad, en 1958 la institución financiera Bank of America lanzó tu propia tarjeta de crédito “Bankamericard”, que años más tarde se convertiría en lo que hoy conocemos como VISA.
Poco a poco gracias al éxito obtenido, muchos bancos más comenzaron a ofrecer esta herramienta, pues después de apenas una década, ya eran más de mil instituciones financieras que contaban con sus propias tarjetas de crédito.
Primera tarjeta de crédito en México y América Latina
La primera tarjeta de crédito en llegar a México y en América Latina, fue lanzada en 1968 por el Banco Nacional de México (Banamex) y fue llamada Bancomático. A partir de este año, cada vez más eran las instituciones financieras que se unían para ofrecer este servicio. Por ejemplo, Bancomer creó una alianza con el Banco de America para lanzar tarjetas BankAmericard en México y después se lanzó Carnet, que hoy pertenece a grupo MasterCard.
Como vemos el surgimiento de las tarjetas de crédito fue creciendo de manera exponencial, y fue así como los bancos comenzaron a ofrecer cada vez más y mejores opciones con mayores beneficios y cualidades que mejoran la experiencia financiera de las personas.