El factoraje se trata de un esquema de financiamiento para las empresas muy usado en México y el mundo. A pesar de que sigue siendo un porcentaje bajo las personas que conocen de este recurso, esta herramienta ha logrado posicionarse como una estrategia financiera muy útil para la economía de las empresas.
Para mencionar algunas cifras, el factoraje en 2020 representó el 55% del total de recursos de financiamiento en las empresas de Estados Unidos de América. El 80% del factoraje en EUA durante este mismo año fue realizado por bancos, lo que quiere decir que el 20% restante se hizo a través de instituciones financieras alternas.
Esta es una herramienta para que las empresas obtengan liquidez ya que las empresas venden sus derechos de cobro de facturas pendientes por cobrar a una entidad financiera para disponer del capital de forma inmediata o de manera adelantada.
Existen dos variantes del factoraje son: factoraje con recurso y factoraje sin recurso (true sale). Dentro de esta operación se ven involucradas tres partes:
1. El cedente, quien es el que vende los derechos de cobro
2. Factor, quien es la entidad financiera
3. Deudor, quien es el que hizo el pedido de compra y tiene la obligación de pagar esta factura.
El factoraje con recurso es cuando el factor es quien ahora gestionará el cobro de esa factura tanto al deudor como al cedente de la operación. Por otro lado, el factoraje sin recurso es cuando el factor sólo puede reclamar el pago al deudor y no al cedente de la operación.
El factoraje ayuda a que las empresa por medio de sus activos operativos como lo son las cuentas por cobrar, reciban financiamiento, es decir, en vez de esperar de 30 hasta 120 días para cobrar, pueda recibir el dinero por adelantado.